Hay edades donde cualquier cosa que haces de manera independiente, constituye un paso para tu identidad como adulto, y te hace sentir importante. Uno de esos pasos fue para mí cuando en lugar de ir del colegio a casa, para hacer los deberes mientras merendabas viendo en la tele aquellos programas infantiles -entonces sólo había dos canales UHF y VHF-, empezamos a ir todos los del Colegio a una biblioteca municipal que había abierto muy próxima al mismo, con el ilustre nombre de Esteban Azaña. Para nosotros desde este momento "La Esteban Azaña". Según salíamos del colegio, íbamos allí, en teoría para estudiar y hacer los deberes, además de estar con los compañeros, pero la realidad era otra, estábamos con los compañeros, con los amigos, y además podíamos hacer los deberes.
Siempre recordaré al bibliotecario que había por las tardes. No tenía mucha pinta de bibliotecario, sino más bien parecía un fans de "Metálica" o de "AC/DC", vamos un Heavy-Metal. Melena larga y negra, bigote frondoso tipo Bart Reynolds y no recuerdo del todo si llevaba barba o no. Tenía una voz profunda, bronca, daba miedo cuando te decía: "Tenías que haber devuelto el libro la semana pasada, mal muy mal". Era bastante alto, la mesa-mostrador de entrega de libros le quedaba a la altura de los muslos, lo que le hacía sobre-salir de aquella isla de madera, y le daba un aire más policiaco al personaje. Incluso creo recordar que alguna vez le vi llevar la típica muñequera de pinchos, algo muy de moda en aquellos años 80.
En la biblioteca había como dos zonas, una era abierta, diáfana, con una sala general solo enturbiada por algunos columnas de carga del edificio, y luego una zona cerrada por un acristalamiento en plan invernadero, donde en principio había un ambiente como más distendido, ya que quedaba más lejos de la autoridad bibliotecaria. Las paredes llenas de estanterías repletas de libros. Y estaba situada como en un semisótano, ya que para acceder a ella tenías que bajar una pequeña escalinata que te llevaba como a un entresuelo. De hecho las ventanas que daban a la calle, se veían en la parte superior de las paredes una vez que estabas dentro de la sala de lectura. Por lo que reinaba la luz artificial que le daba cierto encanto. Cuando entrabas era como llegar a una clase de párvulos con mesas de colores llenas de muchas sillas.
Lo bueno que tenía la biblioteca, a diferencia de otras bibliotecas, es que estaba pensada para niños y adolescentes, más que para adultos. De hecho la mayoría de los libros estaban en las secciones de infantil y juvenil. Entre los libros había colecciones completas de comics, sobre todo comic franco-belgas, como Tintin, Asterix el Galo, Lucky-Luke.
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Además de libros muy típicos de la época y que todos recordamos de la editorial Timus Mas, editados en cartoné color rojo. Vamos los celebres libros "Elige tu Propia Aventura". Era raro que no te regalasen algún ejemplar de estos en algún cumpleaños, cuando no dos o tres. O bien en Reyes.
También había libros de sagas como: Los Cinco, Puck la niña detective, Los Hollister, Alfred Hitchcock... , el tema detectivesco y de misterio estaba muy de moda por aquellas fechas.
Pero a mi me encantaban particularmente los libros de la editorial Plesa, que no era otra cosa que una sección dentro de una gran editorial como ha sido y es, la editorial S.M. De esa editorial y con diferentes series argumentales, salieron ejemplares todos con títulos muy sugerentes como: "La Senda de la Naturaleza", "La Prehistoria Ilustrada", "Historia Ilustrada del Mundo", "El Joven Científico", "A través del Tiempo", "Como hacer...", "Biblioteca de lo Desconocido", "Mundo del Futuro", "Modelismo"... seguro que me dejo alguna serie. Todos ellos editado en cartoné con dimensiones 28 x 22 cm. Con un contenido medio de una 32 páginas, y donde predomina la ilustración -realmente muy buenas y divertidas- explicadas con textos complementarios, generales y a pie de imagen, no hay fotografías lo que los hace todavía más interesantes.
De esta misma editorial y con el mismo formato, aunque en un tamaño libro de bolsillo, hay otra series como: "Guía de los Poderes Ocultos", "Guía del Buen Detective", "Guía del Buen Espía", "Guía del Aficionado", "Guía del Explorador". Sus medidas es de unos 18 x 11 cm y su contenido en páginas es de aproximadamente el doble que las otras series, es decir unas 64 páginas.
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Y entre medias de ambas series en cuanto a medidas, están otras series, a muy juicio, muy adelantadas a su tiempo, y que hacen a día de hoy, las delicias de informáticos e ingenieros por su contenido como son: "Equipos Electrónicos", "Colección Electrónica". De dimensiones 24 x 17 cm y aproximadamente unas 48 páginas.
Lo interesante de estas ediciones es su formato, su contenido, y los temas de los que trata. Intentaba hacer comprender a niños y adolescentes cuestiones que por su contenido eran imposibles por otros medios, siempre utilizando una metodología visual. Así como acompañado de actividades lúdicas como eran dibujos, trabajos manuales o experimentos sencillos donde fundamentar lo explicado. A SM hay que reconocerle su aportación al editarlos en España, ya que estos libros están editados originalmente en Reino Unido, por la conocida editorial de libros para niños y jóvenes Usborne Publishing, fundada en 1973, y que ahora trabaja en España con su propio nombre. De hecho SM reimprimió dichos títulos, realizando las traducciones y adaptaciones oportunas de los originales, y que tenía todos los derechos de autor para su edición en español. Desconozco quienes fueron los dibujantes de estos libros, pero realmente merecen un reconocimiento especial por su labor, ya que son parte clave de su éxito. Y como pasa en muchas ocasiones el artista no deja su huella, y eso si cabe da más valor a su obra.
Siempre he creído que este tipo de libros si se reeditasen tendrían un éxito clamoroso, y creo que cualquier editor visionario podría amortizar en poco tiempo el gasto de la edición, ya que creo que hoy en día, hay nicho de negocio para este tipo de publicaciones, que interesarían tanto a la gente joven como a sus padres, por no hablar de profesores y educadores. Muchos de esos los títulos servirían ya que su contenido no ha quedado desfasado, ni fuera de tiempo, y que sólo deberían completarse con otros títulos sobre temas más actuales.
Debo de aclarar, que mi conocimiento sobre la existencia de estos libros es anterior a la apertura de la biblioteca "Estaban Azaña", ya que la primera persona que me los dio a conocer fue un compañero del colegio llamado Leonardo Sánchez y que la verdad era un visionario sobre temas tecnológicos. El compraba estos libros en la feria del libro de Madrid, y se los llevaba como lectura para el recreo, en esos días donde la lluvia y el frio nos impedían salir de clase. El primero que vi fue el de "Fantasmas", que es mi preferido con diferencia.
Quiero dedicar esta entrada por tanto a mi compañero Leonardo, que en otras cosas me enseñó mucho sobre ordenadores, me dio a conocer estos libros, me hizo disfrutar de su compañía, y ya de adulto me hizo comprender que hay que respetar a las personas que por un motivo u otro son diferentes, y que eso nos hace a todos más ricos. Siento mucho haber sido tan "cabroncete" de pequeño y no haber estado a tu altura.
"Arriba la Esteban ... Azaña"